Trabajar como auxiliar de farmacia hospitalaria es una gran oportunidad. No solo por la posibilidad de mejorar profesional y económicamente, sino por el aprendizaje que puedes desarrollar a diario.
¿Quieres trabajar en una farmacia?
Los farmacéuticos y su equipo multidisciplinar, entre los que se incluye el auxiliar de farmacia, son los intermediarios entre el paciente y el médico. Esta posición te puede proporcionar una perspectiva única para trabajar con todo tipo de pacientes. Con una población tan diversa es necesario que la atención sanitaria se adapte y aquí es donde el trabajo en la farmacia te puede dar la oportunidad de aprender y practicar cada día para atender a los pacientes con la mayor profesionalidad y facilitar las mejores recomendaciones que refuercen el mensaje sanitario dado por el médico.
Índice de contenido
Qué hace un auxiliar de farmacia en un hospital:
En el ámbito hospitalario los farmacéuticos también intervienen en la mejora de la farmacoterapia de muchos pacientes, algunos hospitalizados y otros con enfermedades que precisan de tratamientos personalizados. Hay que tener en cuenta que los errores de medicación son una de las causas principales de lesiones y daños evitables, por eso la función del farmacéutico y de su equipo es tan importante.
Cuando hablamos del equipo farmacéutico de un hospital nos referimos a todo el personal que trabaja en la dispensación de medicamentos y ofrece un consejo profesional al paciente. Este equipo está gestionado por el farmacéutico e incluye al auxiliar de farmacia hospitalaria, un profesional que apoya en todo momento al farmacéutico y que está bajo la supervisión de este facultativo.
Funciones de un auxiliar de farmacia hospitalaria
El auxiliar de farmacia hospitalaria tiene una formación específica en farmacia y parafarmacia. Su labor siempre está dirigida y supervisada por el farmacéutico, y sus funciones varían dependiendo del puesto de trabajo: almacenes, dispensación, laboratorio, unidad de mezclas, etc. Principalmente son las siguientes:
1. Atender a los pacientes
Es cierto que la mayoría de los pacientes que atiende la farmacia hospitalaria son pacientes ingresados con los que apenas se tiene trato. Pero también están los pacientes con tratamientos de enfermedades crónicas, cáncer, etc. a quienes hay que saber explicar cómo tomar los medicamentos de forma segura y eficaz, cuáles son los efectos secundarios y asegurarse de que no haya interacciones con otros medicamentos.
En cierto modo, el auxiliar de farmacia hospitalaria debe apoyar psicológicamente a los pacientes, manteniendo discreción y mostrándose cortés y respetuoso.
2. Suministrar los medicamentos
El auxiliar de farmacia hospitalaria se encarga de suministrar los medicamentos y preparar la medicación para los pacientes ingresados. También se encarga de facilitar otros productos no medicamentosos como por ejemplo los biberones y alimentos para bebés.
El auxiliar de farmacia hospitalaria tiene que asegurarse de que cada unidad o departamento tiene los medicamentos en el momento y en la dosis correcta para cada paciente.
3. Preparar los medicamentos
En este caso, y siempre bajo la vigilancia y control del farmacéutico, el auxiliar de farmacia hospitalaria puede medir y mezclar los compuestos y sustancias para crear pomadas u otros medicamentos, seleccionar los envases y frascos, así como crear las etiquetas con la prescripción facilitada por el médico.
4. Mantener a punto los equipos
La limpieza de los equipos y del instrumental empleado en la farmacia hospitalaria es tarea del auxiliar de farmacia quien debe asegurarse de que todo esté en perfecto orden y funcionamiento.
5. Controlar el stock
El auxiliar de farmacia hospitalaria debe estar pendiente del stock y almacenamiento de los medicamentos y otros productos de farmacia. Organiza la adquisición de los productos, los recepciona, los almacena y, cuando sea necesario, realiza los pedidos de los suministros.
6. Controlar la caducidad de los medicamentos
Los auxiliares deben encargarse del correcto almacenamiento de los medicamentos y productos, según las características de conservación. Además deben tener en cuenta la fecha de caducidad y gestionar los residuos de acuerdo con la normativa vigente.
7. Manejar el software farmacéutico
El auxiliar de farmacia hospitalaria también debe saber manejar el sistema informático para realizar tareas administrativas, como por ejemplo el registro de recetas, resolver incidencias e informar al farmacéutico responsable.
Aquí hay que tener en cuenta que la tecnología digital se está abriendo camino en este sector. No solo por la posibilidad de realizar tareas automatizables sobre todo en el almacén, sino también por la revolución digital que traerá consigo la “telefarmacia” que permitirá el seguimiento y monitorización no presencial de los pacientes.
Condiciones esenciales para ser auxiliar farmacéutico
Para ser un buen auxiliar de farmacia no solo se requiere una formación adecuada, sino también poseer una serie de habilidades y aptitudes personales:
- Saber atender a los pacientes del hospital o clientes de la farmacia es algo fundamental. Conviene tener cierta empatía y sensibilidad con las personas enfermas y sus familiares y saber comunicar de forma clara y concisa los consejos oportunos.
- Capacidad para trabajar en equipo. Recuerda que, en la farmacia hospitalaria, el farmacéutico supervisa el trabajo de todo el equipo y es esencial cumplir con las funciones que corresponden a cada miembro del equipo.
- Habilidades informáticas. Como ya hemos comentado, entre las funciones que debe atender el auxiliar farmacéutico está la de responsabilizarse del stock de medicamentos, gestionar las recetas y pedidos de suministros, y otros trámites administrativos y de almacenaje. Hoy en día, todas estas actividades se realizan con programas informáticos que van evolucionando constantemente. Por ello, conviene que seas una persona con interés y capacidades para utilizarlos a diario.
¿Quieres trabajar como auxiliar de farmacia hospitalaria?
Si te gusta el sector sanitario y quieres desarrollar tu profesión en una farmacia es necesario que cuentes con la formación adecuada y que tengas ciertas aptitudes, como las que hemos señalado.
Para adquirir los conocimientos teóricos y prácticos esenciales para ejercer esta profesión puedes realizar un curso de auxiliar de farmacia. Con esta sólida formación podrás trabajar bajo la supervisión de un farmacéutico en farmacias hospitalarias, pero también en farmacias convencionales, en residencias de mayores, en parafarmacias y en laboratorios. Como ves, trabajar en una farmacia no es tan difícil y apenas te llevará unos meses de formación.