En este post te explicamos qué es el sector público, cuáles las principales ventajas del sector público, inconvenientes y cómo acceder a trabajar en él.
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A la hora de buscar un trabajo, es común preguntarse si es mejor trabajar en el sector público o en el sector privado. Es importante valorar las diferencias entre ambos sectores y las ventajas y desventajas que presentan cada uno de ellos: ¿Quiénes tienen más beneficios, mejores condiciones, o más incentivos? o, por el contrario, ¿Quiénes deben echarle más horas o cuentan con menos privilegios?
Índice de contenido
Ventajas de la Administración Pública
¿Qué es el sector público?
El sector público o la Administración es el conjunto de organismos del Estado que desempeñan una serie de actividades reguladas por ley. Una de estas acciones del Estado es la de crear empleo público, en la que este actúa como empleador.
De esta forma, en España la categoría de empleado público recoge a todos los trabajadores de la Administración Pública Española, que pueden ostentar cargos en las diversas áreas o ramas de este sector, como pueden ser sanidad o enfermería, educación o administración.
¿Cuáles son las ventajas del empleo público y por qué cada vez más gente quiere trabajar en él?
La principal ventaja que presenta ser un empleado público es contar con la estabilidad del trabajo. Este es uno de los aspectos que más se valora del empleo público frente a la empresa privada.
Y es que mientras que en el público los sueldos, por norma general, suelen ser más bajos que en el privado (aunque esto dependerá lógicamente del cargo), es mucho más difícil que se despida a un empleado público que a un trabajador de la empresa privada.
Esta es la principal razón de que en los últimos años de crisis económica cada vez más gente haya decidido inclinarse por este sector, ya que el empleo público proporciona seguridad y estabilidad a los que lo desempeñan.
Adicionalmente, los trabajadores del sector público suelen tener jornadas laborales de menos horas que en el sector privado. Tienen por tanto unos horarios más estables y menos intensos que en la empresa privada y cuentan con más días libres y vacaciones.
Si bien es verdad, que, a pesar de disfrutar de menos días de vacaciones, los trabajadores del sector privado tienen más incentivos.
Y es que el trabajador depende de sus propias capacidades y méritos, para escalar dentro de la compañía o conseguir aumentos. Asimismo, estas empresas suelen otorgar facilidades como el coche de empresa, el móvil o el ordenador a los trabajadores que ostentan determinados cargos.
¿Cómo se accede a un empleo público?
La Administración organiza una serie de pruebas para seleccionar a las personas que optan a sus ofertas de trabajo.
Para presentarse a este proceso es necesario entregar previamente una solicitud en el Registro Telemático del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, en el Registro del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP) o en los Registros de Delegaciones y Subdelegaciones del Gobierno.
- Oposición: una o más pruebas para demostrar la capacidad y aptitud de los aspirantes al puesto de trabajo y fijar el orden de prelación.
- Concurso: consiste en la comprobación y calificación de los méritos profesionales y en establecer el orden de prelación.
- Concurso-oposición: mezcla de los dos procesos anteriores que se combinan para establecer el sistema de prelación.
Para poder opositar es necesario cumplir unos requisitos que son:
- Nacionalidad: ser español o tener la nacionalidad de otro estado miembro
- Edad: es necesario tener cumplidos los 18 años y no superar la edad de jubilación forzosa.
- Titulación: dependiendo del cargo al que se quiera opositar. Sin embargo, hay en muchos casos en los que no es necesario tener ninguna titulación.
- Capacidad: no tener ninguna enfermedad o discapacidad física o psicológica que impida el desarrollo de las correspondientes funciones.
- Habilitación: no tener un expediente disciplinario de cualquier Administración Pública, trabajar en el mismo cuerpo o hallarse inhabilitado para el desempeño de funciones públicas.
Las pruebas de selección serán diferentes dependiendo del puesto de trabajo al que se opte. Podrán ser pruebas de tipo test o desarrollo, de conocimientos generales o específicos, y pueden incluir cualquier otro sistema para asegurar la objetividad del proceso selectivo.