Todo el mundo ha oído hablar de los implantes dentales. Siempre hay alguien en nuestro entorno al que han tenido que ponerle uno; sin embargo, pocos saben qué son realmente y en qué situaciones se utilizan.
Si necesitas despejar tus dudas estás en el sitio correcto. En ESSAE te contamos todo sobre el implante dental. ¡Allá vamos!
Un implante dental es un apéndice con forma de tornillo que se inserta en la zona donde se ha perdido una pieza dentaria con la intención de sustituir la raíz de dicha pieza y poder colocar una corona que sustituya el diente perdido. Están hechos de material biocompatible, son bastante duraderos y se limpian y mantienen como los dientes normales.
Este tratamiento es cada vez más utilizado en España debido al progresivo envejecimiento que está sufriendo nuestro país en las últimas décadas. Los datos dicen que aproximadamente el 17% de la población española supera los 65 años.
Dada la estrecha relación que existe entre el envejecimiento y la pérdida dentaria, todos los odontólogos que trabajan en España deberían especializarse en esta técnica. Por eso en ESSAE solo formamos a profesionales en nuestro curso de Auxiliar de Odontología con Especialización en Cirugía, Periodoncia e Implantes.
Realmente no hay pacientes que no puedan llevar implantes. No obstantes, sí existen ciertas situaciones donde este tratamiento puede presentar más dificultades; como es el caso de las personas con problemas de encías, como gingivitis o periodontitis.
Otro problema grave es el de los pacientes que necesitan de un injerto óseo.
El injerto óseo se requiere en casos donde la mandíbula del paciente no está bien formada o los huesos que la forman no tienen una constitución lo bastante fuerte.
Hay que pensar que el torno del implante va directamente insertado en la mandíbula, así que, para una cirugía exitosa, es necesario tener unos huesos fuertes que aseguren la sujeción del implante.
Pero, ¿no hay esperanza de reponer la pieza si tú mandíbula no es lo bastante fuerte? La respuesta es no. Basta con sustituir o completar la mandíbula del paciente con una prótesis ósea.
Una vez realizado el injerto, los pasos a seguir dependen de cada caso. Habrá pacientes que necesiten varios meses para que su cuerpo asimile el injerto y otros sobre los que se pueda realizar el injerto y el implante en una misma sesión. Cuanto más saludable y desarrollada esté la mandíbula más fácil será asimilar el proceso.
Según las necesidades del paciente, la sustitución de la pieza dentaria puede llevarse a cabo a través de distintos procedimientos. Principalmente, se distinguen dos tipos de de implantes:
La mayor preocupación de los pacientes suele recaer sobre los resultados que tendrá la cirugía y cuánto tiempo de recuperación requerirá.
Como hemos dicho, los procesos de implante son bastante seguros y no suelen causar problemas. Aún así, para asegurar el mejor tratamiento, es recomendable recurrir a una clínica de confianza antes que ahorrar dinero.
Por otro lado, para la correcta recuperación tras la cirugía es esencial mantener una buena higiene dental; una infección en la zona operada puede ser fatal. También es recomendable evitar el tabaco y el café, que manchan y son dañinos para los dientes. Por último, evita bebidas frías o masticar chicles que puedan romper las coronas.
En cuanto al precio, hay que decir que un implante no es algo barato; por eso, los precios por debajo de los 1000 euros suelen ser engañosos, así que, ¡mucho cuidado!