Aunque parezca que no, la odontología es una profesión sanitaria que no está falta de riesgos para la salud. El personal sanitario de las clínicas dentales está constantemente expuesto a una serie de riesgos laborales con consecuencias y peligros para su salud.
El centro odontológico está en la obligación de aportar al trabajador todos aquellos recursos necesarios para minimizar los efectos de estas contingencias inherentes al ejercicio de su profesión.
En la Ley de Prevención de Riesgos Laborales se refleja que todo profesional y empresario es el responsable de su integridad propia pero también de la los trabajadores a su cargo.
Los odontólogos profesionales están en constante contacto con la sangre y fluidos orgánicos que pueden ser infecciosos ya que se transmiten gran cantidad de bacterias, hongos y virus.
En aras de evitar cualquier tipo de contagio, se han de seguir una serie de requisitos de prevención:
El uso de distintos aparatos y el hecho de tener la misma postura para atender a los pacientes durante horas puede llevar a inflamaciones, dolores y contracturas. Para empezar, debemos asegurarnos de tener una postura correcta a la hora de atender al paciente.
Para evitar cualquier tipo de daño o molestia se ha de contar con la silla adecuada, respetar los tiempos destinados al descanso y también es recomendable realizar algunos estiramientos musculares.
En una profesión tan sacrificada es común que haya sobreesfuerzos físicos y mentales ya que son largas horas de trabajo y todo el trabajo que se realiza es de gran presión e importancia.
En una consulta dental existen muchos productos químicos peligrosos como antisépticos, anestésicos o mercurio. Pueden suponer daños por acción directa o indirecta a nuestra salud.
El profesional odontológico se expone a dermatitis, asma, quemaduras y daños respiratorios, cerebrales o renales, entre otros. Es de vital importancia que los dentistas usen la protección necesaria para emplear el material, como los guantes de látex.
Por supuesto, también se debe contar en la clínica con un sistema de ventilación óptimo, al igual que limitar las horas de contacto con aquellos productos de gran peligro.