Desde la antigüedad, el ser humano se ha preocupado por su belleza y estética, siempre aplicando métodos que le permitan mantenerla joven, tersa y perfecta.
Hoy en día, los métodos han cambiado pero la intención sigue vigente, sin incurrir en intervenciones demasiado invasivas y aplicando anestesia local o tópica cuando se presta el caso. Por eso, las intervenciones médicas para mantener la estética son cada vez más populares.
En el mundo de las celebrities existen una gran cantidad de actrices que han sufrido desaciertos al aplicarse medicina estética, por lo que mucha gente le ha cogido miedo y piensa que todas estas intervenciones y modificaciones físicas saldrán mal. Es decir, se han creado una serie de mitos sobre lo que la medicina estética puede hacer.
En la medicina estética no se puede ni se debe agregar características que las personas jamás han tenido en sus rostros. Su trabajo conlleva más bien hacer lucir, manteniendo siempre la estructura ósea, un rostro joven.
Con el paso de los años se van perdiendo matices de la belleza, y es función de la medicina estética ayudar a recuperarlos.
Se tendrán en cuenta los cambios sufridos con el transcurso del tiempo por la musculatura, los huesos y la grasa, considerando como referencia una fotografía de la juventud. Otro factor considerado y que tiene importancia relevante son los incrementos y bajadas de peso sufridos.
Los cambios en la textura de la piel, la exposición a la contaminación y los movimientos gesticulares repetitivos se vuelven factores a tener en cuenta.