Uno de los grandes problemas que tienen los trabajadores para entrar en el mercado laboral es la tarea de diferenciarse del resto. Por ello, es comprensible pensar: ¿por qué voy a hacer este curso si cuando acabe las empresas van a seguir sin valorarme? Pues bien, para esto existen los certificados de profesionalidad, avalados directamente por el Gobierno y el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y con validez, también, en otros lugares de Europa.
El certificado de profesionalidad es un documento oficial con el que pueden acreditarse ciertas competencias o conocimientos. Están regulados en el Real Decreto 34/2008 y el propio texto legal los define como la configuración de un perfil concreto dentro del mercado laboral.
Un certificado de profesionalidad califica el trabajador colocándolo en una de las 26 familias profesionales (Administración y gestión, sanidad, artes gráficas, informática y comunicaciones…) y en uno de los tres niveles de cualificación (Formación profesional base, específica y continua).
Los certificados de profesionalidad son expedidos por el SEPE y los órganos competentes para ello de las comunidades autónomas. Hay tres vías principales para obtenerlo:
Esta sería la tercera vía de acceso a los certificados de profesional. Cada cierto tiempo, se habilitan procesos de acreditación de competencias obtenidas por experiencia laboral u otras vías no formales.
Para participar, debes tener nacionalidad española o documento de familiar de ciudadano de la Unión Europea, tener la tarjeta de residente y permiso de trabajo en vigor. Además, se exige ser mayor de 18 o 20 años según las competencias que quieran adquirirse y, al menos, 2 o 3 años de experiencia laboral o formación de 200 o 300 horas relacionadas con la competencia que busca acreditarse.
Como hemos mencionado antes, los certificados de profesionalidad se dividen en tres niveles distintos:
Además de los requisitos de nacionalidad y edad, los cursos de certificado de profesionalidad exigen cierto nivel de estudios anteriores para permitir el acceso. Los requisitos dependen del nivel al que se quiera acceder, y estos son:
El certificado profesional te avala a nivel nacional y europeo para realizar un oficio concreto. Ante la ausencia de estudios oficiales, un certificado de profesionalidad es el sustituto perfecto en el currículum. Son títulos académicos perfectamente equiparables a los de formación profesional y valorados en todo el territorio nacional y europeo.
El certificado de profesionalidad tiene múltiples ventajas, en primer lugar, a nivel formativo y académico:
Pero, además, son muy ventajosos ya que aportan muchas facilidades al estudiante:
La formación profesional y los certificados de profesionalidad tienen ciertas similitudes, pero, a la vez, muchas diferencias. Ambos son ciclos formativos que te aportarán multitud de conocimientos y competencias. Ambos, en todos los casos, incluyen fases de prácticas empresas que deberás superar o bien convalidar.
Los dos te darán acceso a formaciones de nivel superior y están bien valoradas por los empresarios. Aun así, debes conocer las diferencias para escoger correctamente:
En ESSAE Formación te ofrecemos el módulo formativo necesario para el Certificado de profesionalidad en atención sociosanitaria a personas dependientes en instituciones sociales.